Railay Great View Resort ★★★★

Todo el complejo es expectacular!

Nada, solo que esya un peli alejado del centro xo en 10 min te plantas alli andando.

El hotel es precioso, es diferente, tiene cabañas que estan separadas unas de otras, Las cabañas son acogedoras y muy únicas.

Esta bastante alejado de todo, si quieres ir la zona de restaurantes u otras playas tienes que caminar unos 15-20 min. Cuando llegamos al hotel nos enteramos que había servicio de barco hasta la playa del hotel, nosotros fuimos al otro lado de la bahía y tuvimos que caminar 30 min con maletas.

La amabilidad del personal y las vistas

Mismo desayuno cada dia y el acceso hasta la cabaña ya que la nuestra era la última de arriba

Las vistas

La cantidad de luz que entra a la habitación

Nuestra estancia en la cabaña tradicional thai ha sido espectacular, con vistas a toda vegetación y a la bahía de Railay. Este ambiente proporciona mucha tranquilidad y relajación. La cabaña cuenta con todo lo necesario: cama amplia y cómoda con dosel. Incluye cada día dos aguas de cortesías, secador y toallas de playa. La bañera te permite tomar un baño de agua caliente después de todo el día recorriendo. El personal de recepción es muy amable, nos ofreció dos pandan tea a nuestra llegada y nos acompañaron hasta nuestro alojamiento. El desayuno tiene vistas a la bahía y todo tipo de comida (thai, cruasanes, mini pancakes, tostadas y bollos. El café delicioso. Limpieza diaria de la habitación.

A partir de las 6 am se escucha el ruido de los long tail boat y entra muchísima luz en la habitación. Algunos insectos entraban por los recovecos de la cabaña, algo totalmente normal dado que estamos en plena naturaleza.

La ubicación en general y se asemeja a la imagen que reservas, la habitación en cabaña muy bien ubicada y los locales de bares muy cercas

El suelo para trasladarte muy deslizante, el agua embotellada tienes que pagarla en el desayuno

La ubicación en medio de la selva y el acceso a toda la zona de Railay,íbamos andando a cualquier playa. El Hotel es ideal si buscas naturaleza y selva.

Acceder a las habitaciones si te toca una de las que están más alejadas de la recepción.Nos toco la numero 41.De verdad que las cuestas te ponen los tobillos en jaque y te suben las pulsaciones.No lo recomendamos para personas con movilidad reducida o limitada.Tened en cuenta que son caminos de hormigón estrechos,solo cabe una persona y la inclinación es importante.

El alojamiento está en una zona súper tranquila alejada del centro. Las cabañas son una pasada, están en medio de la selva. El Resort está situado entre dos playas y dispone de una piscina cómoda y bonita.

La subida a la cabaña es incómoda.

Las habitaciones muy bien, limpias Con todas las comidades

La ubicación es pésima, lejos de todo, el acceso fue pésimo para mi también y las habitaciones quedan en palafitos que pro dentro son buenísimos pero el terreno es empinado

El personal fue encantador con nosotros; nos ayudaron en todo momento e incluso nos facilitaron un traslado que teníamos un poco complicado. La piscina es muy chula y el desayuno era muy completo.

Prepárate para subir escaleras. Nos tocó la cabaña que estaba más arriba y la pendiente y las escaleras eras muy considerables. Además, se escuchan los long tails a todas horas

Tiene una piscina increíble, es un lugar privado, lejos del ruido, realmente para descansar y con vistas hermosas.

Que en nuestra habitación salió un ratón, entiendo q estamos en medio de la nada y las habitaciones son muy bellas pero no estoy acostumbrada a eso, y a la que nos cambiaron que estaba mejor nos salió una cucaracha :(

Nuestra experiencia alojándonos en este resort fue excelente. Desde nuestra llegada la atención recibida fue impecable por TODO el personal. En el check in te ofrecen un té helado y unas toallas frías para refrescarte. Los recepcionistas atentos en todo momento, explicándonos con un mapa que nos dieron, los mejores lugares de la zona que visitar. Un empleado nos ayudo con los equipajes hasta nuestra habitación , lo que se agradece mucho. Nuestra cabaña tenía unas vistas muy bonitas al mar y estaba rodeada de follaje por lo que era espectacular. El desayuno del buffet es muy variado y riquísimo y el restaurante tiene unas vistas de lujo. Las instalaciones estaban limpias en todo momento. La piscina infinity pool impresionante. Y recalcamos que TODO el personal era increíblemente amable y atento., siempre con una sonrisa.Quizás sea el alojamiento que este más apartado de la zona de Railay pero no cuesta nada llegar y merece muchísimo la pena. Además así es más tranquilo. Recomendado 100%, sin duda repetiríamos. Muchas gracias por hacer nuestra estancia PERFECTA

Qué al estar apartado hay más calma y se ve fauna silvestre

Esta un poco alejado para llegar con maletas, tienen lanchas que te llevan al hotel pero solo 4 veces al dia

Tranquilidad, al ser un 'resort' en medio de una montaña no oyes nada de ruido, exceptuando alguna que otra barca que va y viene, pero por lo general muy tranquilo y relajados. El baño es lo mejor que tenía nuestra habitación. La piscina es una pasada, a aunque la esperábamos más grande, pero increíble.

Transporte, desde el Pier de Ao nammao hasta el hotel, en una barca en medio de la noche, todo oscuro y con un miedo terrible, accesibilidad 0! Un punto muy muy a mejorar. Barra libre de mosquitos, es una burrada la cantidad de mosquitos que hay, así que hay que llevarse mucho mucho antimosquitos. Pasear y acceso al hotel, además de lo anteriormente mencionado, a pie esta muy pobre todo y muy dejado, la verdad que los accesos tanto en 'tail boat' como andando, es un punto donde hay que mejorar bastante.

La cabaña, la piscina y que estuviera apartado de todo el bullicio. Hemos descansado mucho estos dos días.

Nos encantó todo!! Mucha gente comentaba que hay que caminar mucho para llegar, pero a nosotros nos pareció un camino agradable, y hacía que el Resort fuera más tranquilo e íntimo. Lo único, si vas con maletas, puede que te canses más para llegar ;)

Las vistas al mar desde la habitación. La naturaleza que envuelve el recinto. Puedes estar tranquilamente en la terraza viendo como familias de monos van corriendo de árbol a árbol. El desayuno variado y rico. La piscina con vistas al mar.

Por decir algo, las subidas para llegar a la habitación, pero es algo necesario si queremos tener esas vistas.

La piscina y las vistas.

Accesos con muchas rampas y escaleras. No sirven alcohol, solamente vino. El baño de nuestra habitación no tenía mucha luz ya que había un árbol que tapaba la ventana y apenas dejaba entrar luz. Además las lámparas alumbraban muy muy poco.

La habitación es bonita, pero muy alejada de todo, ideal para una estancia tranquila y desconectado, el Internet muy lento.

No me gusto la accesibilidad al sitio, es muy metido y alejado, tiene señalización que dice que falta 350 metros, cuando en realidad es mucho mas, para ser un resort, no cuenta con servicio de lavanderia, y no contaba con secadora de ropa para uso de pago para los huespedes, el día que llegamos se mojo todo el equipaje y la ropa por la intensa lluvia tratando de llegar al hotel, cuando llegamos se pregunto si tenia servicio de secado, ya que no teniamos ropa seca, a lo que nos dijo que no contaban con eso. para ser un "resort" solo tiene piscina y restaurant, con una salita de masaje.

El entorno en el que está es maravilloso, entre la naturaleza y con buenas vistas a la bahía. El desayuno buffet es espectacular. La cabaña (la nuestra con vista parcial al mar) es muy espaciosa y luminosa. La cama es muy cómoda y tiene mosquitera. El baño es súper amplio, luminoso por el día y muy cómodo. La piscina es grande y con muy buenas vistas, además los chorros están genial para relajarte después de estar todo el día de paseo. Disponen de 3 horarios que te llevan en barca del hotel al muelle principal para que te ahorres andar 15 min hasta la zona con más movimiento.

Es el último hotel de Railay east, por lo que hay que caminar unos 15 min y para acceder a las cabañas son cuestas con escaleras con bastante inclinación (aunque respetan mucho la naturaleza y es entendible que esté así), así que si no te da tiempo a alcanzar uno de las barcas gratuitas es lo que te toca.

Lo mejor sin duda la piscina, vistas al mar tranquilidad y buen servicio. Al estar apartado del centro estàs mucho mas tranquilo excepto las barcas.

Se puede hacer un poco pesado los 20 minutos andando hasta el centro, el hotel tiene transfers gratuitos a unas ciertas horas con barco pero no te puedes fiar mucho ya que a veces no aparecen. Subida muy fuerte para llegar a la habitación. Ruido exagerado de las barcas por la noche.